martes, 16 de junio de 2009

Reconocimiento...


Todos, en algún momento, sentimos la necesidad de que se nos reconozca algún logro o meta alcanzada. ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste esto a alguien?

¡Gracias!
Necesidad básica del ser humano es la de ser apreciado. No hay mejor forma de decir a una persona que es importante lo que hace por nosotros, que expresarle un "¡gracias!", no en forma mecánica sino con pleno calor humano.

¡Perdóname!
¡Me equivoqué! Decir esto no es tan fácil, sin embargo, cuando cometas un error que ofenda o perjudique a otras personas, aprende a decir con madurez: "perdóname, me equivoqué".

Ayúdame,
¡te necesito! Cuando no podemos o no queremos admitir o expresar nuestra fragilidad o necesidad de otros, estamos en un grave problema. No te reprimas. ¡pide ayuda!, que también son muy importantes las palabras.

Te escucho... ¡háblame de ti!

Amistad...


La amistad es una cajita de cristal.

Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.


Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.


Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal.


A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia.Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.


Es aquello por lo que darías todo.

Menos tu cajita de cristal...

martes, 27 de enero de 2009

Fobias Sexuales, miedos ante la sexualidad


Ya todos sabemos que las fobias son miedos irracionales que dominan a quién cae víctima de ellas sin que, generalmente, exista un motivo real que las justifique. Y muchas veces lo peor no es en sí padecer la fobia, sino la incomprensión e incredulidad de quienes lo rodean, de aquellos que no entienden que lo que para unos es un camino llano para otros se encuentra cerrado ante un muro insalvable.


Si hablamos de fobias lo primero que se nos viene a la cabeza suelen ser las típicas, la aracnofobia o pánico a las arañas, o la claustrofobia o terror a encontrarse en un lugar cerrado. Pero en el plano de la sexualidad también existen fobias específicas que pueden llegar a paralizarnos e impedirnos que emprendamos satisfactoriamente el camino hacia el placer sexual. Entre las distintas fobias encontramos, por ejemplo, la de sentir repulsa ante la visión de un pene o de unos genitales femeninos, o la de sentir pánico ante la idea de que la saliva de otro llegue a tocarte.
Y si, las fobias sexuales son más frecuentes de lo que muchos de nosotros creemos, lo que ocurre es que muchas veces no somos capaces de detectarlas en los demás, (puede que ni en nosotros mismos), ya sea por desconocimiento sobre el tema o por falta de una comunicación fluida con alguien que pueda aconsejarnos.


¿En qué edades suele ser más común la aparición de estas fobias sexuales?… Según los especialistas en este tipo de fobias, hoy en día es más habitual que se produzcan en aquellos que rondan los veinte años. Curioso ya que antes la edad promedio estaba establecida entre los 30 y 40 años. Es probable que en este dato tenga mucho que ver el hecho de que cada vez los jóvenes se introducen en la práctica sexual a una edad más temprana.


Una aclaración… Padecer una fobia y sentirse inseguro ante la falta de experiencia sexual, o tener miedo a no estar a la altura, no son la misma cosa. Lo segundo se supera con paciencia y práctica. Lo primero suele requerir la intervención de un psicólogo o de un psiquiatra.


Y un dato curioso… El hecho de padecer una fobia que te impida mantener relaciones sexuales no implica que no lo desees, que tu cuerpo no reaccione a la excitación. Por supuesto esto provoca una frustración aún más acentuada en quien padece una fobia que no le permite desahogar la tensión sexual que su cuerpo sí que siente. Dicha frustración suele traducirse en eyaculación precoz, si se tiene miedo a la penetración por ejemplo, o en dispaurenia en el caso de la mujer.

Veamos ahora algunas de estas fobias sexuales:


Agrafobia: Consiste en que se tiene miedo a ser víctima de un abuso sexual. Como es lógico pensar, generalmente lo padecen quienes han sufrido de este tipo de abusos en algún momento de su vida, o lo han presenciado demasiado de cerca. Pero no siempre este es el caso.
Erotofobia: La sufren quienes sienten tanto malestar al hablar sobre cualquier tema que esté relacionado con el sexo que lo evitan a cualquier costa. Al establecer una relación tan negativa con la sexualidad en general también su vida romántica se resiente, ya que también tienden a evitar los acercamientos.


Eurotofobia: Los que la sufren no pueden soportar la visión de los genitales femeninos.
Falofobia: Fobia al pene, a verlo o a tocarlo.


Genofobia: Esta fobia consiste en terror irracional a la práctica del sexo.
Itifalofobia ( Medortofobia): El que la padece siente terror ya ante la idea de tener una erección así que evitan cualquier estímulo que pueda excitarles. No soportan ni verla ni tenerla.
Medomalacufobia: Esta fobia consiste en sentir pánico ante la idea de que la erección se puede perder.


Parafobia: Se manifiesta como miedo a las perversiones de tipo sexual.
¿Conoces alguna más?…

Viagra, consejos a tener en cuenta


Estás equivocado si crees que por tomar una Viagra, (fabricada por los laboratorios Pfizer), ya está todo resuelto ya que despertará en ti la fiera sexual que duerme en tu interior y te convertirá en un amante excepcional. No, no es así. Pastillas como la Viagra tan sólo sirven para ayudar a que la sangre pueda rellenar el tejido correspondiente del pene, consiguiéndose así una erección en condiciones y contribuyendo también a que esta se mantenga durante un tiempo suficiente como para disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias. Pero aunque es mucho, eso es todo.

Así pues, esta pastilla azul te ayuda físicamente, eso si, pero ni hace crecer en ti el deseo sexual si no lo sientes ni mejora tus artes amatorias si no has practicado lo suficiente y te falta empeño en aprender.

Toda esta charla vale también, por supuesto, para ellas, pues parece ser que en muchas ocasiones son ellas las que los empujan a ellos a tomar esta serie de preparados buscando que la relación sexual mejore. De hecho, la comunicación entre ambos miembros de la pareja es recomendable a todos los niveles, incluido el terreno sexual. Es importante que ambos sean capaces de escuchar lo que necesita el otro, expresar lo que él mismo necesita y no conformarse cuando el encuentro entre ambos amantes podría ser mucho mejor.

Y no hay que creer que siempre es cuestión de tiempo, ya que puede ocurrir que una ayuda extra (mejor si es bajo control médico para evitar desagradables contraindicaciones) sea un sencillo paso para adentrarse en un mundo lleno de posibilidades.

En resumen, la Viagra está indicada para los hombre que sufren DE, Disfunción Eréctil. Es decir, para aquellos cuyas erecciones o no son completas o no duran lo suficiente como para practicar el sexo con normalidad. El efecto de haber tomado este preparado dura unas cuatro o cinco horas, lo cual otorga a los que padecen DE tiempo suficiente para amar con libertad y sin complejos.

Ahora bien, el tomar Viagra produce también otros efectos secundarios, tales como rubor en las mejillas, dolor de cabeza en ocasiones, visibilidad borrosa, fotofobia y ciertas molestias en el estómago. En contrapartida, aparte de una erección ciertamente firme y efectiva, también se ha comprobado que estimula la circulación de la sangre por su contenido en una sustancia denominada Sildenafil, (los que padezcan de tensión alta han de tomarla con mucha precaución), así que hasta puede resultar beneficiosa en este sentido.

Y algo a tener en cuenta… El tomar Viagra, u otros productos análogos, no protege frente a enfermedades de transmisión sexual ni evita embarazos, como es de suponer. Para evitar tanto uno como otro lo mejor es seguir las pautas que se engloban dentro de lo que se conoce como “Sexo Seguro“.

Por cierto, no es la famosísima Viagra la única pastilla que existe hoy en el mercado. También se puede encontrar otras como la llamada Levitra, cuyo efecto dura también 4 o 5 horas, o la que lleva por nombre Cialis, cuyos efectos se extienden hasta las 36 horas. Además, ésta última no ve su efectividad afectado por el consumo de alimentos grasos, como sí ocurren en el caso de la Viagra o la Levitra.

Eso si, en todos los casos no se recomienda tomar más de una pastilla al día…
Pásate por salud-sexual.org/tratafarma.php

Sexualidad en la tercera edad


Si bien la práctica del sexo exige que poseamos unas mínimas condiciones físicas (aunque también es verdad que las técnicas y estrategias en este campo son infinitas), lo cierto es que buena parte de dicha práctica tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo en concreto y con nuestra mentalidad en general. Por ello podemos decir que el deseo sexual, al igual que el deseo de amar, no tiene edad mientras sigamos conservando las ganas.


Pero claro, el cuerpo, el organismo humano, sí que cumple años y desafortunadamente desde que nacemos ya comenzamos a envejecer, a deteriorarnos lenta pero progresivamente. Por ello nuestra capacidad como seres sexuales no es la misma a los 20 que a los 40, o que a los 60 u 80. Con el paso de los años el hombre va perdiendo no sólo resistencia sino también firmeza en la erección, y va necesitando cada vez más tiempo para llegar a ella. Por su parte, la mujer va notando paulatinamente que su vagina tarda más en lubricarse lo suficiente como para poder mantener con normalidad, y sin dolor, el coito.


Pero esto no significa que la vida sexual tenga que darse por terminada al llegar a una u otra edad. En el mercado hoy en día existen productos para casi todo y, sobre todo si los utilizamos bajo control médico, podemos estar seguros de que su consumo no nos traerá sino satisfacciones. Hablo, por ejemplo, de ayudantes de la erección como la Viagra o de lubricantes artificiales que suplen la falta de una lubricación natural.


Además, está científicamente demostrado que la práctica habitual del sexo, o de cualquier intercambio físico o emocional voluntariamente practicado que se le parezca, es sano no sólo para el cuerpo sino también para nuestra mente, (por no decir que para nuestro espíritu, que también lo es).


Y es que amar y sentirnos amados, y seguir viéndonos como seres deseables por aquellos a quienes queremos, es de las mejores terapias que existen para llenar de felicidad los rinconcitos de nuestra ajetreada vida diaria. Y eso, a cualquier edad.

Oxitocina, futuro antídoto para el desamor


¿Piensas que tu pareja es lo mejor que podrías encontrar, que entre los dos la relación es muy buena, pero no sientes pasión, no estás enamorado o enamorada de ella tal y como crees que tendrías (o te gustaría) estarlo?… Pues ahora tienes motivos nuevos para aguantar un poco más y esperar a que por fin se fabrique lo que un investigador americano, de nombre Larry Young, asegura que conseguirá devolver a los antiguos amantes la llama del amor.


Este investigador, que por cierto trabaja en la Universidad de Emory, Georgia (concretamente en su Centro de Primatología), ha asegurado que cuando se consiga descifrar por completo los componentes químicos que nos producen los sentimientos amorosos se podrán fabricar sustancias que, por ejemplo en aerosol, aplicadas sobre una persona provocará que aumenten, o que disminuyan si se prueba en sentido contrario, los sentimientos hacia otras personas.
¿Existirá solución entonces para cuando nos enamoramos obsesivamente de alguien que no nos conviene en absoluto?… Parece ser que si.


¿Cómo se llevan a cabo estos estudios?… En principio esta investigación está siendo llevada a cabo sobre ratones, los cuales buscan una sola pareja durante su existencia y cuidan de sus crías entre los dos (modo de vida cada vez más alejad0 del actualmente practicado por los humanos, por otra parte). Hasta ahora ya se ha conseguido demostrar que si se le inyecta oxitocina (hormona de tipo sexual que tiene mucho que ver con el sentimiento maternal y paternal, con la ternura y el afecto) a una hembra determinada, ésta no tardará en relacionarse estrechamente con el macho más cercano. Y si el experimento consiste en reducirle precisamente los niveles de dicha hormona, lo que se consigue es que se niegue tajantemente a acercarse a él.


Así pues, el dr. Young afirma que llegará el día en que, puede que con una simple rociada de spray o con la toma de una pastilla, podamos de nuevo sentir un profundo amor por la persona que se sienta cada noche frente a la televisión junto a nosotros. Claro que, si esto es realmente así, también puede ocurrir que cualquiera llegue, el que menos te esperas, y te rocíe sin más provocando en ti sentimientos que vayan en contra de tu razón, de lo que realmente te conviene y te gustaría.


De hecho, experimentos realizados en Australia con sujetos a los que se les ha aplicado un spray nasal de oxitocina han revelado que éstos sentían rápidamente una mayor confianza y apego hacia quien tenían más cerca.


Por otra parte, aunque ya existen sprays de oxitocina en el mercado, la cantidad de esta hormona que contienen no es suficiente como para provocar realmente este tipo de reacciones. Al menos eso es lo que asegura el Larry Young.
No sé, igual es mejor dejar las cosas tal y como están… ¿no crees?.

El Sexo, ideal para ponerse en forma


¿Necesitas ponerte en forma?… Pues ¡manos a la obra!, ponte a dieta y haz ejercicio. Y entre este ejercicio no olvides incluir un tiempo para la actividad sexual, que no sólo estimulará tu organismo y te ayudará a perder calorías sino que además te llenará de buen humor y de amor por tu día a día.


Y no lo digo yo, ni lo digo por decir. Hoy en día existen incluso estudios científicos que demuestran que practicar sexo con asiduidad (un mínimo de cuatro veces por semana) puede incluso rejuvenecernos tanto por fuera como por dentro. Y es que sus beneficiosos efectos se notan no sólo en una piel más firme sino también en ese bienestar interior que hace brillar los ojos y es capaz de pintar una constante sonrisa en la cara.


En cuanto a las calorías, las diversas investigaciones realizadas al respecto hablan de que cada 30 minutos de amor apasionado se queman unas 150 o 200 calorías (lo cual dependerá, supongo, de la intensidad de la pasión). Así que una horita diaria supone unas 300 o 400 calorías quemadas, lo cual no está nada mal, ¿no?. Eso si, procura no incluir fresas con nata o chocolate líquido en tus juegos sexuales o éstos se convertirán tan sólo en puro placer.


Y si no siempre dispones de una o dos horitas para ponerte en forma con tu pareja, al menos aprovecha el poder de lo besos. Cada beso medianamente apasionado puede hacerte perder entre 10 o 15 calorías. Si son muy intensos, e incluyen la total invasión de la boca de ambos, por supuesto la pérdida de calorías será aún mayor.


Y un dato curioso, al parecer se gastan más calorías si el orgasmo es fingido que si es real. Claro que esto puede ser fácilmente explicado por el hecho de que fingirlo suele suponer que le agreguemos demasiado énfasis a un momento que, cuando es real, no se parece tanto al que generalmente se muestra, por poner un ejemplo, en la gran pantalla.

Trastornos del ciclo menstrual


Ya hemos comentado anteriormente, en un artículo sobre la menstruación, que durante este proceso se desprende el recubrimiento de las paredes del endometrio surgido ante la eventualidad de un posible embarazo, recubrimiento que es liberado hacia el exterior mediante una hemorragia vaginal.


Esta hemorragia, que se presente cíclicamente cada mes, no siempre se presenta en la misma cantidad ni acompañada con los mismos y exactos síntomas en todos los casos, ni todos los meses para la misma mujer. A veces es una hemorragia leve que dura apenas dos días, y otras veces se convierte en abundante y puede prolongarse hasta 4, 5 o 7 días.


Además está lo de la duración del ciclo. Tanto durante los primeros años de menstruación, en lo que se conoce como menarquía, como en los últimos antes de la llegada de la menopausia puede ser bastante irregular. En ocasiones es incluso necesario tomar la píldora anticonceptiva ya que convierte dicha irregularidad en regularidad mensual.


Hablemos ahora de algunos de los trastornos que afectan al ciclo menstrual:
- Sangrado anormal por el útero: Se considera sangrado anormal cuando se da entre los ciclos menstruales sin motivo conocido, cuando la hemorragia se alarga durante demasiados (menorragia), o cuando los tiempos entre los ciclos mensuales son demasiado cortos.


Puede ser normal hasta cierto punto en mujeres que se encuentran tanto en la menarquía como en las que se acercan a la menopausia, pero también hay que tener en cuenta que puede ser un síntoma de pólipos o fibromas en el útero. Claro que también es habitual en los primeros meses de embarazo, así que, en cualquier caso, lo más recomendable en caso de sangrado uterino anormal es acudir cuanto antes al médico.


- Amenorrea: Se denomina así a la falta de periodo, a cuando menstruación no se produce. Puede ser temporal o convertirse en permanente. Es considerada normal como efecto secundario, por ejemplo en caso de embarazo, pero también puede llegar a ser la señal de una enfermedad, en cuyo caso se denomina patológica.


Entre los motivos que pueden producir Amenorrea encontramos el ya comentado embarazo y la posterior lactancia, los trastornos alimenticios, las enfermedades que afectan al sistema hormonal, la ansiedad y el estrés, entre otros.


- Dismenorrea: Se denomina Dismenorrea a los ciclos menstruales que sufren con grandes dolores y molestias muy desagradables. Entre sus síntomas encontramos calambres en las piernas, fuerte dolor abdominal, nauseas y vómitos, mareos y desmayos o dolor de cabeza. Se dan casos de mujeres que sufren cólicos tan intensos que han de pasar uno o varios días de la regla mensual acostadas.


La culpable parece ser la prostaglandina, sustancia liberada por la glándula prostática, que algunas mujeres producen excesivamente. En otros casos es consecuencia de ciertas enfermedades que afectan al sistema reproductor femenino, como la endometriosis o el fibroma uterino.

El Jardín de Edén...mito y necesidad...


“Además, Dios plantó un jardín en Edén, hacia el este, y allí puso al hombre que había formado.” (Génesis 2:8)


Así presenta la Biblia el jardín el Edén, el lugar previsto para que Adán viviera eternamente y disfrutase de los parabienes que Dios le había preparado. Nos habla de una región llamada Edén. Y también nos dice que al este de dicha región el creador preparó un jardín especialmente pensado para albergar a su criatura predilecta. El resto de la historia ya la conocemos, en mayor o menor medida, y sabemos, sobre todo, cómo terminó cuando el ser humano decidió desobedecer a su hacedor.


Pero, ¿existió realmente Edén?… De ser así, ¿dónde estaba situado?… ¿Se corresponde con alguna zona geográfica actual?… ¿Queda algún vestigio de él, o del jardín maravilloso que había situado hacia el este?…


El propio Antiguo Testamento nos informa de que la zona estaba regada por cuatro ríos: el Pisón, el Havilá, el Hidequel y el Éufrates. Este último es real y conocemos su influencia en la Historia y en civilizaciones como la mesopotámica. El Hidequel es el nombre antiguo con el que se designaba al actual Tigris. Por tanto, y exceptuando los dos primeros mencionados, los ríos Tigris y Éufrates recorrían Edén.


De haber existido esta región, debió estar situada aproximadamente al sur de lo que hoy conocemos como Irak, y en tiempos mesopotámicos fueron Sumer y Acad. Pero, ¿queda algo de todo aquello?… La respuesta es que no, y han sido muchas las exploraciones realizadas en la zona a lo largo de la Historia que han tratado de encontrar algún resto iluminador. Pero nunca se halló nada que demostrara las afirmaciones de las Santas Escrituras.


Antropológicamente, el mito de Edén y su jardín son explicables. Toda la región de Oriente Próximo está marcada por los contrastes, tanto el clima como en la orografía, si bien predominan las llanuras semidesérticas y la falta de agua. Es cierto que existen algunas zonas húmedas, pero siempre escasas y a expensas de los pocos ríos que bañan sus contornos. Es comprensible que los habitantes de aquellas latitudes considerasen los jardines o los huertos como verdaderos paraísos en la Tierra.


El agua era casi un elemento sagrado, y el origen de la supervivencia, la prosperidad y la vida. No es de extrañar, pues, que fuese considerada como una de las 7 maravillas del mundo antiguo los jardines colgantes de Babilonia. Habría sido un gigantesco oasis en medio del desierto. Sin embargo la idea de Edén es anterior a los jardines colgantes. Edén es una palabra de origen acadio que significa “lugar puro y natural”. Y fue escogido por el Dios de los hebreos para colocar el paraíso en la Tierra, que al fin y al cabo era un jardín, un oasis.


La idea del Edén como paraíso en la Tierra fue evolucionando, sobre todo a la sombra del Cristianismo, y pasó a convertirse más en un paraíso celestial, en el premio supremo tras dejar nuestra vida terrenal. Pero ya no aquí, sino fuera, junto a los astros.
Probablemente, si los hebreos hubieran sido un pueblo del norte de Europa, su Dios habría situado al este de Edén una cálida playa bajo un sol perenne.

Practicar sexo durante la menstruación


Hay a quien, hablando tanto de hombres como de mujeres, le desagrada profundamente mantener relaciones sexuales mientras ella está con la menstruación. Pero también hay a quien le parece tan excitante que no desaprovecha cualquier oportunidad que se le presente de hacerlo en esos momentos. Ya se sabe, en cuanto a gustos no hay nada escrito…


Pero la cuestión hoy es: ¿puede resultar perjudicial para el hombre o para la mujer el practicar sexo mientras ella se encuentra en plena hemorragia vaginal?. ¿O, por el contrario, puede llegar a resultar aún más satisfactorio que en condiciones normales?. Veamos algunos datos que quizás nos ayuden a llegar a una conclusión general (esto aparte de las preferencias sexuales de cada uno, claro está).


Lo primero que es importante tener en cuenta es que ambos amantes deben de estar de acuerdo. Si uno está entusiasmado por la idea y al otro le produce un profundo desagrado (ambas posturas son respetables) es muy mala idea intentarlo. Verse forzado a practicar sexo en condiciones que provoquen repulsa puede dejarnos una huella difícil de borrar y producir una brecha importante en la pareja. Por ello, es importantísimo que ambos hablen del tema y sean capaces de buscar alternativas que resulte atractivas a los dos.


Dicho esto, abordemos el tema… Hay quien afirma, por ejemplo, que mantener relaciones sexuales durante esos días del mes puede llegar a ser muy beneficioso para ella ya que supone un alivio de las molestias que la menstruación suele producir. Alegan que, sobre todo la consecución del orgasmo (ciertos estudios manifiestan incluso que los orgasmos femeninos durante la menstruación son más intensos) puede liberar buena parte de la tensión que el cuerpo femenino, y en concreto la vagina, sufre durante esos días.
Eso si, también hay que tener en cuenta que precisamente son momentos en los que el cuerpo de ella se encuentra especialmente sensible, sobre todo en cuanto se refiere a las mamas, a la zona baja del vientre, y al carácter.


Ahora bien, ¿no existe riesgo de quedar embarazada?, ¿y de que se produzca más fácilmente una infección?. Son muchos los que creen que si ella está menstruando no hay riesgo alguno de que se quede embarazada y aprovechan para tener sexo sin protección alguna. Realmente no andan muy desencaminados, ya que esa hemorragia mensual conlleva precisamente el deshecho de todo el entorno “fabricado” mensualmente para que el óvulo pueda ser fecundado y luego se desarrolle. Pero, aún así, hay siempre que recordar que el hecho de que no sea probable no significa que no sea posible.


En cuanto a si aumentan las posibilidades de infección, no es en sí que las aumenten, sino que también en estas circunstancias es lo más aconsejable que el sexo sea seguro, sobre todo si no se tiene pareja estable y se sabe a ciencia cierta que el otro está completamente sano.
Así pues, practicar sexo durante la menstruación no es ni peor ni mejor, depende del caso. Es simplemente una cuestión de gustos y, por supuesto, ha de ser siempre el resultado de un consenso entre ambas partes.

viernes, 9 de enero de 2009

Te Amo...

Te extraño...

Te extraño demasiado...

Necesito de tus manos...

Te deseo...

Soñar contigo es una eterna tentación...

La soledad es la compañera de mis dias sin ti...

Te invito a beber de la naturaleza de mi piel...

Sin ti no tengo salida...

Quiero amarte por siempre...

Placer culpable...

Pasiones prohibidas...

Pasa el tiempo....

No sólo por lo que tú eres...

No pertezcas al mundo...

Miro atrás...

Mi corazón respira por ti...

Me encantas...

Me ama...no me ama

Love...

La vida sin ti...es como un libro sin historias

Sin ti pierdo mi horizonte...

Extraño el fuego de tu piel...

Flor del recuerdo...

Escapando de la Realidad...

Estás en cada uno de mis pensmientos...

Mi placer culpable....

La distancia duele demasiado...

Sin ti....

Demasiado tarde...

Contigo...

Buenas noches...

Imágenes....





Buenos días...