viernes, 26 de septiembre de 2008

Luchar...




Existen momentos en los cuales
sientes que ya no puedes,
que la fuerza se te ha ido de las manos
y sólo sientes un peso en los pies
que te impide caminar como antes...
Sientes que la vida no es justa
y que no podrás levantarte esta vez,
aunque la cruz ya sea conocida,
tus hombros ya llevan las heridas anteriores
y el dolor se empieza a sentir antes de que llegue...
A veces es el miedo el que nos juega una mala pasada,
ó piensas que la vida luchada fue sólo suerte
y temes que el premio no lo obtengas esta vez...

Pero debes seguir caminando
con las heridas aún no cerradas,
debes dar un paso tras otro y no sólo por ti,
ya que no estás solo en este mundo
y aunque parezca que es todo injusto...todo es por algo!...

Camina y cada vez irás más adelante
...duele, si que duele...
pero ya te darás cuenta que en tu espalda
el peso no es el mismo
ya que alguien está cargando la mayor parte y sabes quien es
...Sentirás que la brisa acaricia tu rostro abanicando tus miedos,
que las lágrimas de temor se van cambiando por triunfos
y que el esfuerzo tendrá sus premios en la sonrisa de aquella meta,
aquella que ya has visto con tu frente en alto
y que junto a tu ángel has abrazado...
No eres un alma que se ha lanzado a la tierra sin un propósito,
sabes que no es así...ya que has vencido cosas grandes,
pero que cuando ya se han acabado las has visto diminutas
por la distancia ya recorrida...
Recuerda siempre...Eres un ser que ha sido escogido
para disfrutar de esta vida...
Para mí...para ti y para quien le llegue...

CREER...





"CREER"


Creer es tener la seguridad de que cada día es un nuevo comienzo, confiar en que los milagros realmente ocurren y que los sueños sí pueden hacerse realidad.

Es entender la maravilla del cielo estrellado y la sabiduría del hombre sobre la luna.

Creer es entender el valor de un corazón amoroso, la inocencia en los ojos de un niño y la belleza de una mano anciana, porque es con sus enseñanzas que aprendemos a amar.

Creer es hallar la fuerza y el valor dentro de nosotros cuando llega el momento de recoger los pedazos y empezar nuevamente.

Creer es tener el convencimiento de que no estamos solos, que la vida es un don y que ahora es nuestro momento de apreciarla.

Creer es tener la seguridad de que hay sorpresas maravillosas a la espera de ocurrir y de que todos nuestros sueños y esperanzas están a nuestro alcance."


¡...Por eso ...cree....porque yo...creo....!

jueves, 25 de septiembre de 2008

El Águila...


PARÁBOLA DEL AGUILA (de James Aggrey)
Erase una vez un hombre que caminaba por el bosque, encontró un aguilucho, se lo llevó a su casa y lo puso en su corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como estos. Un día un naturalista que pasaba por allí, le pregunto al propietario por qué razón un águila, el rey de las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrado en el corral con los pollos.
- Como le he dado la misma comida que a los pollos, y le he enseñado a ser como un pollo, nunca ha aprendido a volar, respondió el propietario; se conduce como los pollos y por tanto no es un águila.
-Sin embargo, insistió el naturalista, tiene corazón de águila, y con toda seguridad se le puede enseñar a volar.
Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara.
El naturalista le cogió en sus brazos, suavemente y le dijo “Tú perteneces al cielo no a la tierra, abre las alas y vuela”. El águila sin embargo estaba confusa: no sabía qué era y al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó el águila al tejado de la casa y la animó diciéndole: “Eres una águila, abre las alas y vuela”; pero el águila tenía miedo del mundo desconocido y saltó otra vez en busca de la comida de los pollos.
El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó el águila del corral y lo llevó a una montaña. Una vez allí, alzó al rey de las aves y lo animó diciéndole “Eres una águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela”.
El águila miró alrededor, hacía el corral y hacía arriba, al cielo. Pero siguió sin volar. Entonces el naturalista lo levantó directamente hacia el sol; el águila empezó a templar y abrió lentamente las alas y finalmente con un grito triunfante, voló alejándose hacia el cielo.
Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es posible que de cuando en cuando vuelva a visitar el corral.
Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Siempre fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo.
¿Hacia dónde voy?: Hacia donde yo quiera dirigir mis pasos. Hacia mi propia evolución espiritual, eso sí teniendo muy claro que tengo los pies acá, en esta Tierra. Sólo basta darse cuenta de que uno es Águila y no un pollo.
Para Alberto...Tú lo sabes