
Hay besos que pronuncian por si solos
la sentencia de amor condenatoria.
Hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles,
hay besos enigmáticos, sinceros.
Hay besos que se dan solo las almas,
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos.
Hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado.
Hay besos perfumados, besos tibios
Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos.
Hay besos que en los labios dejan huellas,
como un campo de sol entre dos hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros.
Hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca.
Tu aún no los conoces, son besos míos,
inventados por mi, para tu boca.
Besos de llama que en rastro impreso
Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado.
Besos de tempestad, salvajes besos,
que solo algunos labios han probado.
Y tú, de los tuyos que me dices?
Y tú, de los tuyos que me dices?
Te acuerdas del primero...?
Te acuerdas de aquella tarde de loco exceso
Te acuerdas de aquella tarde de loco exceso
estabas celoso imaginando agravios.
Me suspendiste en tus brazos...
Me suspendiste en tus brazos...
vibró un beso,
y que viste después...?
Yo te enseñaré a besar con besos míos,
inventados por mi, para tu boca...
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