lunes, 3 de mayo de 2010

En el aire....


Creo que hoy ha sido uno de los pocos días que me siento libre; digo libre por la suave sensación de tener que hacer tantas cosas, pero con la cualidad de tener la posibilidad de mandar todo a la mierda si me resulta necesario. Se que debo terminar lo que empiezo, cosa que siempre he hecho y nunca he dejado de hacer...me caracterizo por dar término a las cosas que empiezo...cualidad negativa en algunos casos, ya que por seguir mi pauta "creada" para poder llevar un ritmo, he tenido que dejar atrás cosas que realmente valían la pena...pero, así es la vida y debe continuar.

Esta vida, al decirlo no es con un tono denotado por sarcástico, es más bien un tono de cansancio; así es, me siento cansada de muchas cosas pero con un ánimo arrebatador de conocer nuevas dimensiones con las cuales pueda abrir espacios en mi mente y así poder guardar emociones que te hagan recordar la estancia en este mundo...

Pido disculpas si de ves en cuando aburro con mi melodramático testimonio de este día, pero me vi en la necesidad de expresar lo que siento ahora, en estos segundos, en este mismísimo perro instante, hacer que mi mente divague un ratón y así poder deliberar si me siento loca o realmente es un estado abstracto de la cotidianidad de mis labores...incluso he llegado a pensar que el cabrón que me me dijo: esta vida hay que vivirla o ella vivirá por nosotros, estaba diciendo la verdad y eso no me gusta, ya que, ese individuo no me es de mi entero gusto.

La verdad, hoy me siento cansada y lo más perverso, es que de hacer nada...cosa que en su momento fue de mi agrado para no decir gratificante, ya que esa palabra es de mucho abarcar. Siento que mi espalda lleva una carga demasiado pesada y lo peor, es que no es mi culpa.

Pero en resumen, este cansancio es relativamente sugestivo, porque hoy se me da la gana de mandar todo a la cochumbamba y sentarme en una orilla de la silla para ver como pasa...estoy cansada, pero me siento libre...se entiende? Si no es así...me vale

Hoy estoy sentada con la poca ropa que llevo en días así, una bata de seda francesa que compré por catálogo, de piernas abiertas a la vida pensando en la inmortalidad del cangrejo, acabando de tomar un cafecito y fumando un cugarrito (así es...no un cigarrito), claro está, luego de una tierna caricia a mi muy fina y elegante señorita, que muy discretamente oculta sus ganas de más...


Alondra

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